La depresión afecta a millones de personas y su abordaje exige algo más que fármacos eficaces: hace falta detección temprana, coordinación real entre niveles y adherencia sostenida. Este resumen recoge los principales mensajes del foro “INTEGRACIÓN DEL MODELO AFECTIVO-EFECTIVO EN DEPRESIÓN” (21 de octubre de 2025).
Lo esencial, en 6 ideas accionables
Diagnóstico sin biomarcadores
La identificación sigue siendo clínica: protocolos claros y cribados oportunos son críticos para reducir infradiagnóstico.
Primaria y farmacia como radares
Médicos de familia y farmacéuticos comunitarios detectan señales tempranas y refuerzan la adherencia.
Adherencia: el talón de Aquiles
Los abandonos comprometen resultados y favorecen recaídas; conviene combinar educación, recordatorios y seguimiento activo.
Tecnología que acompaña
Teleconsulta y apps de seguimiento disminuyen barreras y mejoran continuidad, siempre integradas en la historia clínica.
Brecha en psicoterapia pública
La oferta es limitada; los grupos terapéuticos son costo-efectivos y deben escalarse con criterios de priorización.
Guías “vivas”
Actualizaciones periódicas (p. ej., cada 2 años) para reflejar evidencia y necesidades reales.
¿Qué significa para pacientes y profesionales?
Un circuito integral y coordinado (Primaria–Especializada–Farmacia) convierte tratamientos eficaces en resultados reales. Factores de riesgo (edad, antecedentes, falta de respuesta en las primeras 3 semanas, recurrencias) deben activar rutas rápidas y personalizadas.
Conclusión
No faltan opciones terapéuticas; falta llegar mejor y antes. Formación continuada, coordinación entre niveles, psicoterapia accesible y guías dinámicas son los cuatro pilares para un modelo efectivo en depresión.











